Estos son algunos ejemplos de personajes que han tenido un gran desarrollo: A través de la historia, él trata de razonar “por las buenas” el por qué pide el apoyo de Wakanda e incluso muestra un gran respeto por ellxs y por su cultura, pero cuando su gente se ve amenazada, es ahí cuando comienza el verdadero conflicto con Namor. Y aunque en un inicio quizá todxs somos partidarios de Wakanda y Black Panter, Namor logra enamorarnos tanto de Tlalokan que terminamos por comprender sus razones de iniciar una guerra. Eso sí, sabemos que la historia de Namor aún no termina, pero lo que hemos visto hasta hoy es más que suficiente. Sin embargo, tuvo que pasar por muchísimos horrendos momentos que lo traumatizaron para poder encontrarse a sí mismo y, finalmente, encontrar la redención. Un personaje que, aunque nos dolió perder, murió con dignidad. ¡TE AMAMOS, THEON! Pero eso sí, para que esto sucediera primero tuvo que tocar fondo. Antes de ser “el chico cool y noble”, se enfrentó a él mismo y las consecuencias de sus propias decisiones para luego redimirse (como cuando se ofrece para quitar los insultos de la marquesina del cine que ni siquiera él escribió). Pasó de ser un profesor cualquiera con sus propios problemas dentro de su hogar a convertirse en un villano que veía por sus propios intereses una vez que descubrió “el camino fácil” a través de las drogas (y por supuesto su capacidad como científico). Si bien al inicio empatizamos con sus razones para hacer lo que hizo, durante su historia, su cometido se va desvaneciendo y en su lugar el dinero y el poder se vuelven mucho más importantes. Walter White es el vivo ejemplo de lograrlo todo… pero ¿a qué costo? Wanda pasó de ser una avenger poderosa, a convertirse en una persona sumamente peligrosa luego de que descubriera todo su poder. Y finalmente, una vez que se da cuenta de todo lo que su dolor la conllevó a hacer, trata de enmendar sus errores y decide marcharse. ¡Qué gran manera de decir adiós (hasta ahora, claro)! Al principio nos damos cuenta de que no es capaz aún de controlar sus poderes (lo que incluso la lleva a perder a su familia), pero después solo necesitó que Dr. Strange le dijera “Venga, tú puedes” y como arte de magia descubrió cómo funcionaban sus poderes… Whaaat? Sin embargo, con el pasar de el tiempo, dejamos de justificar sus decisiones y la verdad es que nos empezaron a chocar un poco. Ted se volvió por demás fastidioso. Y es que parecía ser un aferrado a una idea que tenía del amor y cuando la vida le dio la oportunidad de tener a la persona que siempre soñó, resultó que no fue ella a quien buscaba, sino a Robin.
A pesar de todo, Justin salió adelante, lo que pintaba para que, después de todo, él tuviera la oportunidad de darle un giro a su vida, pues había superado su adicción… Lamentablemente al final muere por SIDA. ¡Él merecía mucho más! Para ‘Harry Potter y el Misterio del Príncipe’ podemos ver a un Draco desesperado y atormentado por lo que debe hacer, sin embargo esta misma desesperación no la vemos películas atrás, por lo que puede confundir un poco cómo es que de una película a otra ganó tanta relevancia en la trama. Para el final, aunque entendemos que Malfoy jamás quiso ser el malo de la historia, no podemos ser testigos del momento de su redención (que fue la escena eliminada en donde él le da la varita a Harry para derrotar a Voldemort). Y es que si bien Daenerys tal vez sí debía morir en la manera en que lo hizo, en la serie nunca logran dejar en claro cómo es que pasó de ser el personaje bondadoso a convertirse en una loca que quería quemarlo todo. Ni la muerte de su mejor amiga, ni el que todo Winterfall no la viera como reina fue suficiente para justificar su locura. ¡SE TENÍA QUE DECIR!